«Para empezar: no moriremos de poesía».
Guillermo Sucre.
Poemas del libro Mientras suceden los días (1961).
Este rostro en cuyo táctico fulgor
los recientes martirios
se coronan de soledad,
de orgullo.
O aquél donde la nostalgia abate
águilas, devora soles y sólo
encuentra edades ya desaparecidas.
O el que se transfigura en su penuria
y se hace implacable
como la tierra
se hace ilimitada extensión.
O el más solitario, mi otra faz,
mi doble vertiente de luz y sombra,
ése en quien el honor modela
su propia máscara, su agria ternura.