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Shot Poetry 2022-1

Shot Poetry 2022, Collage de Jhensy Lucena

El Shot Poetry es un recital de poesía joven venezolana promovido por @signonomada, blog literario llevado por la autora Stivaly Maestre. Para su segunda edición, el pasado 22 de enero del 2022, se reunieron en vivo, por Instagram, jóvenes escritores con residencia en Venezuela y otras latitudes. Once venezolanos leyeron sus escritos mientras, la también joven escritora e ilustradora, Rosario González creaba en tiempo real un dibujo inspirado en el propio acto creativo. El arte y el diseño corrieron a cargo de la manos de Jhensy Lucena y Humberto Almenar Palacios.

A continuación podrán leer algunos de los shots poéticos de este recital:

Arianna Mathison. Collage de Jhensy Lucena

Gruta

Vivo en una casa sin sombra ni sol
donde los muertos habitan en las ventanas
y se trepan en la reja para ver el pasado

el ruido de la puerta del garage
el arbolito de navidad que no se quita

La colcha y el clóset son las únicas formas seguras

Vivo en un lugar que es elocuente
pero solapa con silencio todas las carnes que lo habitan
donde las paredes se quiebran por la lluvia
hay ojos que gritan en cada puerta
y sed en el colchón

esquinas sin forma
figuras de mármol resquebrajadas
la luna escondida entre los labios de una mujer

Ahí vivo, perdida, entre recortes de un cuerpo que se enrosca y se inmuta.


A Raul

No sé qué hacer con todos los muertos que llevo dentro
con las colillas de tus ojos
con la mano que no estuvo en mi
con esta sombra tuya, en la garganta, porque nunca fuiste


Anhelo

Quiero ser semilla
Abrir un espacio

salivoso
húmedo

en esa gruta     expuesta

A veces rezo para que se hunda
en néctar febril

La miel en el enjambre
pústula en nido de hormigas

Pero nuestras patas hacen espejo
¿Dónde termina la mía
Cuál es la tuya?

Siempre rezaba
no dejes de caer al ojo azul en la tela
rompe los hilos
y nos des borda

Arañas hijas de un nido sin fondo
norte o punto de cruz

Estamos huecas, mamá
y tú lo sabes


Leonardo Alfonzo Amarista. Collage de Jhensy Lucena

Símil de ciudad 

1

Llevo un ramo de eucalipto en la mano
en mi regreso a donde he de reposar,
con las miradas en mi semblanza
no tengo un arreglo floral incompleto 
no hay ofrenda personal 
ninguna muerte 
salvo la que se cierne del brazo
porque la motivación es otra,
hago infusiones 
y conjuro a la naturaleza 
cuando el líquido caliente 
recorre mi mecanismo.

2

Llevo unas ramas varias de eucalipto espigado 
parezco una especie de mago
exorcizando a los transeúntes que me topo
tengo el barbijo en el mentón
y sostengo un tabaco chispeante 
que hace huecos dimensionales.

3

Camino con naturaleza aún no muerta 
por las calles de Buenos Aires en las manos
preguntándome 
en qué momento de la lejanía empecé 

a ser cada habitante de mi tierra natal.


Muñeco

A Elba Maita

He visto que armas ese cuerpo
postrado en la silla, sin mayor movimiento
solo el engrosamiento de sus pies
con definición tosca 

Alba tuvo esta imagen brumosa
de los hombres que había visto de pequeña
y el ambiente era hostil para todos
hasta ella debía ser como ellos
y ponerse sombrerito de guerra
mientras esculpía este cuerpo barroso
con llanto
y le hablaba a esa fibra 
sobre cómo debía ser:
opulento, recto y sin mueca
enseñar las manos cerradas
y no corromper su rostro ni columna

Esta artista solo haría su obra útil 
y que no fuera motivo de burlas
pero prefería ensalmarlo, 
transferirle lo mustio 

Le ponía pinzas en la nariz 
le pegaba las orejas 
hacía estirar sus ojos y evitar la rotura 
bloqueando senderos 
para que la cara posara
siempre arriba 
poniendo los pies
donde fuera.


Para la talentosa Thalía Sánchez, a su formidable reflejo poético

Demasiado 

Ensayo el ser presencia 
y moverme entre materia conocida
sigo en líneas y pigmentos que se reinterpretan

en el limbo de la significación alcanzo un lastre de vida 

mediarme 
con ser cuestionable 

El entendimiento es cosa de llegar a un punto
donde encaje el suceso en tu mirada


Es intención que puedas traducirme 
cincelar estos colores 
y determinar mis particularidades 
fenotipo de una idea con sexo 
explicado por formas 
encontrado en una época 

¿No estoy en permanencia 
a través del ojo 
que apenas conoce?

El hombre que es creado
hace algo de sí
y hoy se posiciona 
ante la interpretación 

Is it too much?


La espera que se incrusta
específica 
en la rutina del descanso
 

Cada noche 
los veinte minutos de ley
en presencia o no
de las voces
previo a querer dormir 
me ahogo
al pedirles ayuda.

II

Lo mudo en ti era producto 
de los estados de tu memoria oculta
por repasarla continuamente
parajes importantes,
yo que te miraba 
aprendí a extraviarme también,
aparecer de improviso 
frente al pistilo de la ixora 
y extraer el azúcar,
como ritual de viaje
sin final visible.

Tu silencio era de edades encapsuladas
y esa historia dolía
detenida en las pecas de tus pómulos 
cuando de la nada 
rompías en llanto.

¡Qué costumbre la de no poder escuchar algunos nombres!
¿Qué has de pronunciar en la dimensión compartida?


Eduardo Blanco. Collage de Jhensy Lucena

Orillas
I

Una mañana partí desde una orilla hacia otra
entre aguas oscuras profundas y desconocidas
en una barca tan humilde como antigua

Al salir había en mí una semilla
que fue despertando en el naufragio
hasta que una noche
al llegar a aquella ignota orilla
entre pecho y espalda
mientras yo me deshojaba
ella florecía.

II

Yo también, un día, me embarqué en una nave e hice pedazos mi cuerpo y lo lancé al mar.

Yo también, un día, asistí llorando a la orilla para recoger los trozos.

Yo también, un día, reía por ver desde lejos cómo recogía desde la orilla lo que antes había despedazado.

III

Contemplo desde un bosque a la orilla del mar
la estampida de infinitos alces de plata, gigantes
con sus imponentes cornamentas acariciando la niebla
con sus cuellos perfectos ondeando las aguas
mientras un cernunno mercurial me canta desde el limo.

IV

Siempre existe un infinito de agua o de abismo
entre borde y borde.


Ciclo elemental

Afianzarme a la materia y al espacio
que me contienen.
Compartir la densidad del vapor del agua
y elevarme con el aire.
Frotarme entre nubes hasta mover electrones
que provoquen la lluvia y cosquillas
entre el placer y la risa.
Luego volver.
Regresar a la tierra
con la luz y la fuerza
del relámpago,
con la calidez que hace andar fuegos fatuos
entre los cantos cruzados de la noche.
Ser y habitar.
Ir y volver.
Una y otra vez.
Siempre.


Llega en el limo la noche
de máscaras sin rostro
entre derrames de vino

cuerdas antiguas hilan los brotes
de danzas salvajes
y cantos divinos


Metapoéticos

                    I

El poema es rastro
escarcha que dejan caracoles
La poesía, los cuernos, los ojos
que se esconden

                     II

La poesía es juego
y el poema es siempre
un juego perdido

                      III

      Asomarse a la poesía
         como a un oráculo
          como a un espejo
          como a un abismo
buscando la raíz, la flor, la nube


Diana Cruces. Collage de Jhensy Lucena

Para Eduardo Blanco,
porque no se trata del despojo del miedo, sino de su cotidiana convivencia.

El oficio de escribir

Algo hay en el oficio de escribir
que me aterra

Quizá sea la sentencia de la palabra
como un grillete que llevo a rastras

Quizá sea por aquello de los espejos
y los reflejos distorsionados en los versos
La incertidumbre de lo que estará al final
si es que acaso existe

Sueño con palabras danzantes
que me persiguen
Una horda alborotada que me increpa siempre
Soy muy poco para ellas

Soy tan ínfima que no puedo
con el peso del lápiz
y solo me resigno y pienso

Todo me aterra del oficio de escribir.


Despertar-hormiga

Un día ya no pude levantar el lápiz
ni cruzar la hoja de papel
Las hormigas no escriben

[Mueren en marcha fúnebre]


Gabriel Urrutia. Collage de Jhensy Lucena

Sobre la ausencia y el vacío

Tus globos oculares
Circunferenciales
Delineados por Dalí
Tu preñez de labios
Morisqueta éxtasis

A tu boca le hace falta mi boca
Lo sé cuando murmura mi nombre
Mientras derrite el chocolate
Ochenta por ciento cacao
Sobre su lengua
Desparrama endorfinas
Salivar acumular
Enjuaga sus papilas gustativas
Que podrían saber a mí.

¿Qué ves frente al espejo?
¿Cómo existes?
¿Cómo se justifica?

No podríamos haber hecho nada
Para merecerte
Pájaros
Témpanos
Tiranosaurio rex
Nada
Nada podríamos haber hecho.


La paz mundial

Si los ojos de esa mujer fueran
El plan de paz mundial
El mundo sería otro.

Y no me refiero precisamente a pacífico
Ni pasivo
Sería como un columpio
Que cuando te lanzas
Agujerea el veintiunico pantalón de jean
O como esas salsas picantes que te hacen llorar
Mientras sonríes.

Esa mujer guarda en sus ojos las estadísticas mundiales,
Y cuando pestañea
En el África recobra el aliento una cebra
Y parece que retoñan todos los nietos de mi tatarabuela.

Esa mujer tiene los ojos anecdóticos
Le tiemblan los lagrimales de bulla
Y cuando apenas se pretende abrir la boca
Para mencionarla
Sus ojos relampaguean sobre caballos
Que nunca conocieron otra montaña,
Ni otros paisajes
Porque sus paisajes internos
Resumen toda la humanidad.


Instrucciones para dispersos

Ella tiene piel de fantasma
Y se le hacen manchitas con el sol
Tiene un conglomerado de veranos en sus hombros
Los ultravioletas rayos enquistados
Cómo stickers colorados bajando por su espalda

Si se quita la ropa interior le quedan marcas
Si la presiono con el pulgar
Desbloqueo biometricamente sus sensores
Las gotitas calientes se le condensan
Sobre las aureolas boreales erizadas
Soy un pervertido cosmonauta
Un stalker desde su cuello
Disfrazo miradas
Me invento roces
Acelero aproximaciones de retaguardia
Ella recibe mi ventisca
Con risitas y monosílabos reiterados
Que me hacen asumirla
Cómo incertidumbre nocturna
Cómo alarma sin activar
O el kinder sorpresa con instrucciones para dispersos


Zorian Ramírez. Collage de Jhensy Lucena

Mirror Garden

En el lomo de un pez volador voy al lugar donde cantan las estrellas

Un sapo intenta atraparme
extiende su lengua hacia las nubes

El pez me entrega su piel
tejo una red con ella

Un ave de fuego la atraviesa

Arde el cielo.


Memoria Derramada

Cae de la mesa una taza de porcelana china
Observo su trayecto hasta que se estrella
Sobre el suelo blanco se derrama el contenido oscuro
Forma trozos de noche estrellada
Un arpa de Guquin toca melodías de otoño
La ceremonia del té ha sido interrumpida
Imagino el trayecto de la taza antes de quebrarse
Afuera se escucha la lluvia



Fragmentos de madre

a Maigualida Espinoza, mi madre

Ibas recogiendo en la alcoba los fragmentos de tu cuerpo
Abrías la puerta del armario
Extraías tu piel tendida en un gancho
Te vestías
Caminabas hacia la peinadora
Abrías la primera gaveta
Sacabas tu rostro de ella
Con cremas y betún lo pegabas a tu carne
Lo estirabas
Le dabas forma
Tomabas de la segunda gaveta un pincel y un frasco de tinta
Aparecían las facciones de tu rostro
Mujeres desmembradas emergían de los trazos con los que cubrías las paredes
Habían venido al mundo para arrullar a los hijos de astros y cometas
Habitaban la casa materna
Preñadas de ausencias, observaban la ventana
Recorrían los espacios del alma
Entraban al cuarto de la infancia
Susurraban entre ellas las palabras de mi madre:
Volvimos recogiendo juguetes donde el viento
y las paredes guardan los años.


Felipe Ezeiza. Collage de Jhensy Lucena

La estación dormida

a Eloísa

Debe existir otra resonancia
una para respondernos
sin deshojar las lenguas

un túnel bajo el sonido
que nos deje tocar el agua
sin perturbar su forma

las palabras son durísimas
y aun así al decirlas van heridas

nunca he leído una palabra de amor
en el poema el amor es silencio.


Hombre-Lenguaje-Cosmos

Recuerda
el niño que fuiste sigue observando
el paisaje
que apenas intuyes en el ojo de la ceniza.
Deformidad del cielo que el cielo no podrá soportar 
son nubes repletas de llagas
horizonte que no pierde su tiempo en volver
¿ves al perro negro hambriento en la puerta de la eternidad?
regresa la enfermedad a trabajar la tierra
resplandor
de la primera ciudad en raptar la noche
antes mirabas las estrellas
pero ya no.
Advierte la quema
una palabra
que en la asfixia florece.


Eloísa Soto. Collage de Jhensy Lucena

La cría

Hay una Virgen dibujada en tierrablanca
no hallé su santa forma.
Las madres pidieron llegar a la próxima curva

iban descalzas.

Caminaron treinta y tres giros de monte.
Descansaron en la loma
para escuchar el aire
y la senda de las macaureles.
A lo lejos
un tifón de zamuros rasgando el cielo
sobre el cántico de los puercos inmolados.

Seguían caminando.
No te detengas
silva si te pierdes

dijeron.
Nunca aprendí
seguí sus huellas de orégano.

Las madres pisan como madres.

Caminamos seiscientos años atrás hasta las lajas rayadas
signos inteligibles
la piedra redonda al borde del abismo
y desde allí
el centro de la montaña
hambriento
respirando el fuego de las últimas culebras.

Esas mujeres
vuelven del incendio con las manos llenas de gladiolas.

Nunca tendré hijos
pero la sangre convoca
la montaña convoca
la madre convoca.


A Felipe Ezeiza

Triangulo de verano

En la orilla
contemplan las ostras
aquellos caballos sin crines

una gran lengua
golpea la puerta azul

encallas
en la espalda
de una océanide

te miras
abandonado en sus aguas
antiguas y dulces

imitas por instinto
la cadencia del oleaje
advierten la cumbre del océano
en su caos inverso

son las mismas estrellas
danzando bajo el mar

un orgasmo
y dos peces alados
abarcan la liranía.


Yosmel Araujo. Collage de Jhensy Lucena
Poema III, en la letra de su autor, Yosmel Araujo
Poema III, en la letra de su autor, Yosmel Araujo

se va,

lejano punto negro de adioses,
lejanísimo

Dionisio Aymara

Un cuerpo es un cuerpo es
un cuerpo;
me nauseas en lo correcto
de las vertientes,
te llamo tú,
en mí y todos,
como si la batalla
no fuese en nosotros,
sino en una calle
que amenaza con su bravura.

Sus vellos forman curvas.
Deseo residir.
¿Será posible albergar tanto
entre espacios vueltos bruma?

El licor que bebemos nos hace algo.
Intentamos lograr el encuentro y
nos confunden, nos mastican,
en nuestra rebeldía.

Soñamos el lugar
dónde estar
mientras lucimos
nuestros quehaceres
en una lucha
más allá que aquí.

Nos encuentro a gritos
en el ardor de nuestra
historia natural;
converges
extraviado.*


Aparenta que apremio la apariencia
del primer temblor.
Por debajo de mi piel no hay más
que un disfraz
de nuestra primera alusión.*

*Fragmentos del »Deseo Rasgado» (2022).


Rosario González. Collage de Jhensy Lucena
Ilustración realizada en vivo, por Rosario González

Autores invitados:

Arianna Mathison (Caracas, 1996). Poeta y Tesista de la escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Autora de la plaquette Tegenaria, Editorial Palindromus, 2021. Ha sido publicada en la Antología Jóvenes Venezolanos, Edit. Palindromus y la revista digital Letralia.

Leonardo Alfonzo Amarista (El Tigre, 1994). Poeta y narrador. Ha publicado el poemario Jardín Okigata (Alción Editora, 2021). Forma parte de la antología de poesía joven venezolana «Amanecimos sobre la palabra» (Team Poetero – 2016), antología del 5to y 6to Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas (2020-2021), Antología de poemas e ilustraciones «La nueva normalidad» (Editorial Lectura Crítica, 2021). Actualmente reside en Buenos Aires, Argentina.

Diana Cruces (La Asunción, 2000). Poeta y Tesista de Letras de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Obtuvo el 3er. lugar en la I edición de Slam UCAB y 1er. lugar en la V edición de Slam UCAB. Mención publicación en el 6to. Concurso Nacional del Poesía Joven Rafael Cadenas.

Gabriel Urrutia  (Maracaibo, 1991).  Poeta y periodista. Ha publicado los libros: Lo breve (Movimiento Poético de Maracaibo, 2015), Neimarú (Ekake, 2015), Prosario para leer desde el exilio (Negro Sobre Blanco, 2016/Ediciones Daimon, 2021), Poemas ordinarios para los tiempos modernos (NiñaPez, 2019), El fin del mundo me encontró despierto (Niña Pez, 2020). Es creador del podcast Maldita poesía.

Zorian Ramírez (Caracas,1996). Es músico y escritor. Ha cursado talleres de narrativa y poesía, con Laura Antillano, Eleonora Requena y José Carlos De Nóbrega, respectivamente. Miembro fundador de Solsticio ensamble de música antigua, y contrabajista invitado a la Orquesta Barroca Simón Bolívar. Mención publicación V certamen de poesía venezolana Ecos de la luz.

Felipe Ezeiza (Los Teques, 1999). Poeta. Integrante del grupo Habitantes de la Calima. Ha diseñado y aplicado talleres de escritura creativa para niños y adolescentes, además de talleres enfocados en la construcción de bestiarios, y haikú. Mención publicación en el 6to concurso nacional de poesía joven Rafael Cadenas. Ganador del 5to concurso nacional de poesía joven Hugo Fernández Oviol. Ha participado en las antologías: Sequía (Editorial Senzala, 2020), Elogio a la brevedad (Túnel Diez ediciones, 2020), I Premio internacional de poesía Bruno Corona Petit (Ediciones Palíndromus, 2021). Pueden seguir su trabajo en @fray_bucare.

Eloísa Soto (Los Teques, 1998). Poeta. Entre sus publicaciones destacadas se encuentran: Antología “Habitantes de la Calima” (Agencia Literaria del Sur – 2020), Antología “Elogio a la Brevedad” (editorial Túnel Diez – 2020) y “Muestra poética venezolana” (2021). Participa en “Antropología del Fuego Vol. III” (Ediciones Palíndromus – 2022). Pueden seguir su trabajo en @eeeeeloisa.

Yosmel Araujo (Los Teques,1996). Poeta. Su poemario Sinrumbo (2020) fue publicado por parte de Ediciones Palíndromus. Su segundo poemario Los Escorpiones (2021) fue editado por La Casa Andrógina. Maneja la cuenta @perrovacio en Instagram, donde publica intervenciones de diferentes materiales.

Organización, promoción, arte y diseño del Shot Poetry 2022-1:

Stivaly Maestre (El Tigre, 1993).  Abogado, redactora publicitaría y escritora.

Jhensy Lucena (Valencia, 1992). Copywriter y Artista Visual. Su trabajo puede verse en @verso.lidio.

Rosario González (El Tigre, 1991). Ilustradora y diseñadora gráfica. Su trabajo puede verse en @tomocafecito.

Humberto Almenar Palacios (Caracas, 1992). Editor Audiovisual. Pueden seguirle en @almenarpalacios.

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